José Mendiola
El suave tacto del papel y el aire que nos mece en el paso de las páginas podrían ser en unos años un reducto para los incondicionales del formato. Los libros electrónicos van poco a poco abriéndose camino en un mercado que cada vez apuesta con más firmeza hacia los nuevos formatos. De hecho, el primer punto de inflexión llegó a mediados de 2011, cuando el coloso Amazon, la mayor tienda on-line del mundo, confirmó que ya vendía más e-books que libros en papel, consolidando un producto del que muchos auguraron un negro futuro. Pero uno bien podría argumentar que el dato de la firma de Jeff Bezos, pese a ser significativo, estaba limitado a las cifras de ventas de un solo comercio. Sin embargo, la Association of American Publishers acaba de confirmar que las cifras de ventas avanzan tozudas hacia una hegemonía de los libros electrónicos frente al papel, y se cobran la primera víctima en Estados Unidos: ya se venden más ebooks que libros con tapa dura, el primer ‘enemigo’ derribado por este formato.
En concreto, se lleva facturados en 2012 por la venta de libros electrónicos en aquel país 282 millones de dólares, frente a los 229 millones en los libros de tapa dura. Sin embargo, el papel resiste como un gato panza arriba en otras categorías como los libros de bolsillo donde se ha hecho fuerte pese a la pérdida de un 10 por ciento con respecto al mismo período del año pasado. Y ahora que hablamos de las tendencias, éstas no pueden ser más alarmistas para el libro impreso: el ebook crece a un ritmo cercano al 30 por ciento de año en año, mientras que el declive de las ventas del papel en Estados Unidos se mantiene constante desde la irrupción del Kindle, la bestia negra que abrió fuego por primera vez en este segmento.
El lector de libros electrónicos ha hecho mucho daño al mercado de los libros convencionales, que ha visto además en la creciente oferta de dispositivos y el éxito del iPad de Apple otros elementos que han restado cuota de mercado a este formato. ¿Cuáles son las causas que están provocando este cambio en el mercado? Los usuarios de los lectores de libros electrónicos disfrutan de diversas ventajas derivadas de la tecnología: poder llevar multitud de libros en el dispositivo, contar con un diccionario integrado, poder hacer anotaciones o bien sincronizar el punto de lectura con diferentes equipos. El grueso de los lectores de ebooks cuentan con pantallas de tinta electrónica en la que la sensación de lectura es muy similar a la que ofrece el papel y disfrutan de unas baterías que duran varios días sin pasar por el enchufe. Todo ventajas y así no sorprende descubrir un estudio que revela que los usuarios de lectores de libros electrónicos leen más que los que lo hacen en papel, un dato que sin duda invita a la reflexión.
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